Yo, Cecilia Olivares Reyes, con domicilio en Cochrane pongo en conocimiento de la opinión pública la siguiente situación que viene afectando a mi familia y en particular a mis padres, dos personas de la tercera edad.
1. Que, es de conocimiento público que mi señor padre, Cecilio Olivares Cadagán es un perseverante opositor del proyecto Hidroeléctrico, que pretende construir en nuestra Patagonia la empresa Hidroaysen. En consecuencia, se ha manifestado en reiteradas oportunidades, al respecto en diversos medios de comunicación, inclusive lidero la gran Cabalgata el año 2006 de los pobladores del Baker y de la provincia a la capital regional, para presentar la molestia, frente al gobierno de la época, por favorecer la instalación de este proyecto en la región.
2. Que, en los años sucesivos, mi padre, a seguido manifestando su posición en diferentes intervenciones públicas y privadas, reforzando su postura personal y familiar respecto del mentado proyecto.
3. Que, mi padre, un hombre de edad avanzada, al igual que mi madre, ambos a cargo de mi hermano con síndrome de Down, padecen algunas enfermedades, propias de la edad, por lo que con alguna regularidad deben asistir al centro hospitalario de nuestra comuna.
4. Que, desde hace algún tiempo, Don Carlos Olivares, familiar nuestro y que pertenece a una organización impulsada por Hidroaysen ha estado “rondando”, la casa de mis padres. Otra emisaria de esa organización, doña Nuria Orellana, les visito en una ocasión, promoviendo sus intereses, razón por la cual mi padre, le exigió que lo respetara y que se retire. No obstante, aquello, volvió a visitar a mis padres, en compañía de la funcionaria de Hidroaysen, Ana Luisa Crespo, tratando de influir en sus decisiones y en sus convicciones, sin ningún respeto por estos adultos mayores, llegando inclusive, la señora Orellana a comentar que: “ya los tengo comiendo, en la mano a estos viejos”….”a tercera los hago firmar el libro…”
5. Que, para hacer más evidente, el acoso que sufren mis padres, la señorita Ana Luisa Crespo, funcionaria de Hidroaysen, se presentó en su casa, para ofrecer insistentemente, que fuesen, junto a mi hermano “tallito” a ver un profesional de la salud, en las oficinas de esa empresa. Ellos efectivamente asistieron, en una oportunidad, con la aspiración de ver algún especialista, sin embargo, la atención no fue ni cercana a una especialidad médica, por lo que en la segunda oportunidad, se negaron asistir. Frente a su negativa, la señorita Ana Crespo los fue a acosar insistentemente para que no desistieran, hasta última hora, razón por la cual debí, hablar con ella enérgicamente para que se retire del domicilio de mis padres.
Frente a esta serie de hechos de hostigamiento, por parte de las personas señaladas, vengo a exigir respeto, por dos personas mayores. Respeto por las convicciones, respeto por los pobladores, respeto por los hijos de esta tierra. Quien quiera estar del lado de esa empresa o de la agrupación que le sirve de fachada, que lo esté. Mi familia y yo somos tolerantes y respetuosas de las ideas de todas las personas, no andamos tratando de torcerle el pensamiento a nadie, por lo mismo, exigimos respeto. Dejen de usar argucias, para engañar a las personas, con promesas falsas y por sobretodo, faltándole el respeto a las personas humildes o mayores de edad.
Cecilia Olivares Reyes.
Cochrane, 11 de octubre de 2013
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